En el proceso de envejecimiento, el cerebro experimenta una serie de transformaciones que pueden ser detectadas con precisión a través de estudios de resonancia magnética (RM). Estas alteraciones no siempre son patológicas, pero su identificación temprana resulta crucial para la atención adecuada del paciente geriátrico.
El Dr. Manfred Brealey, director médico de MedCare, explica las claves para diferenciar entre los cambios fisiológicos normales de la vejez y aquellos que podrían indicar enfermedades neurodegenerativas.
“Durante la vejez, el cerebro empieza a experimentar cambios fisiológicos importantes, como la atrofia cerebral y la disminución de la sustancia blanca”, señaló el Dr. Brealey.
Estos cambios, que son comunes y esperados en la edad avanzada, afectan la estructura del cerebro y pueden ser identificados a través de la resonancia magnética. Sin embargo, existen también alteraciones que señalan la presencia de patologías más graves.
Según el especialista, “los cambios patológicos incluyen atrofia cerebral acelerada, lesiones extensas de la sustancia blanca y depósitos de beta-amiloide, características de enfermedades como el Alzheimer”.
La resonancia magnética juega un papel fundamental en el diagnóstico temprano de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.
“Las guías internacionales recomiendan este tipo de estudios de imagen para detectar cambios tempranos en el cerebro, lo que es esencial para mejorar la expectativa de vida del paciente y facilitar el manejo de los síntomas”, asegura el Dr. Brealey. Además, destaca que este tipo de estudios no utiliza radiación, lo que permite realizar seguimientos periódicos sin riesgos adicionales para los pacientes.
Por otro lado, el Dr. Brealey enfatiza la importancia de la rehabilitación neurológica en los pacientes geriátricos con hallazgos anormales en la resonancia magnética.
“La rehabilitación neurológica es esencial para ralentizar el deterioro cognitivo y motor. La terapia física, cognitiva, psicológica y del habla, adaptada a las necesidades individuales del paciente, es clave para mantener sus funciones físicas y cognitivas en buen estado”, afirma. Este enfoque multidisciplinario asegura una atención personalizada, ajustada a las características clínicas de cada paciente, y se realiza bajo la supervisión de un equipo de especialistas.
En cuanto a los biomarcadores que pueden predecir la respuesta del paciente a la rehabilitación neurológica, el Dr. Brealey menciona que la investigación en este campo continúa avanzando. No obstante, algunas alteraciones observadas en la resonancia, como la atrofia del hipocampo o el volumen de la sustancia blanca y gris, ya brindan pistas sobre el potencial de recuperación de los pacientes, lo que permite a los médicos personalizar el enfoque terapéutico de manera más efectiva.
Cambios fisiológicos normales
- Atrofia cerebral progresiva.
- Disminución de la sustancia blanca.
- Alteraciones estructurales esperadas con la edad.
Indicadores de posibles enfermedades neurodegenerativas
- Atrofia cerebral acelerada.
- Lesiones extensas en la sustancia blanca.
- Presencia de depósitos de beta-amiloide (asociados al Alzheimer).