La combinación del dominio del inglés con competencias prácticas y el manejo de herramientas tecnológicas se ha convertido en un factor diferenciador en el mercado laboral costarricense, permitiendo a las personas y empresas adaptarse a las exigencias de la economía digital.
El impacto del inglés en la empleabilidad es contundente. Durante 2021, un 80% de los nuevos empleos generados en el país requerían habilidades en inglés, según datos de la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo (CINDE). Este idioma no solo abre puertas a cargos medios y superiores, sino que también es indispensable en sectores estratégicos como tecnología, servicios y turismo.
Además, desde el 2018, un estudio del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica reveló que las personas bilingües ganan, en promedio, ₡148 mil más al mes y disfrutan de mayores beneficios como vacaciones y seguro social, en comparación con quienes no dominan el idioma.
Inglés y tecnología: un binomio imprescindible
“El inglés es cada vez más solicitado en perfiles de puestos que van desde niveles operativos hasta posiciones gerenciales. Las empresas buscan colaboradores que puedan desenvolverse con fluidez en escenarios globales. No obstante, el inglés por sí solo no basta; la integración de competencias digitales y tecnológicas es esencial para responder a las demandas de la economía digital”, explicó el director del Centro Cultural Costarricense Norteamericano (CCCN), Gabriel Valverde.
Plataformas como LinkedIn y sitios de empleo reflejan esta realidad. Las empresas en Costa Rica valoran cada vez más una combinación de conocimiento técnico, dominio del inglés y habilidades digitales. Estas competencias no solo permiten desarrollarse en el puesto actual, sino también aspirar a nuevas oportunidades laborales y adquirir conocimientos para un crecimiento integral.
Avanzando hacia una fuerza laboral más competitiva
Costa Rica enfrenta retos significativos para mejorar su nivel de inglés. En el ranking 2024 de Education First (EF EPI), el país se ubicó en la posición 38 de 113 naciones con un nivel de “dominio moderado”. Esto evidencia la necesidad de fortalecer programas educativos y adoptar metodologías innovadoras que integren tecnología y práctica.
La modernización de la enseñanza del inglés mediante herramientas interactivas y plataformas de aprendizaje en línea es clave. Estas estrategias permiten que los estudiantes no solo aprendan un idioma, sino que también desarrollen habilidades prácticas y tecnológicas necesarias para destacar en el mercado laboral.
“La combinación de competencias prácticas, inglés y dominio de herramientas tecnológicas permite a los colaboradores de las empresas adaptarse a las exigencias de la economía digital, maximizando su impacto en la organización y en la sociedad”, concluyó Valverde.