La diabetes se consolida como una de las principales causas de enfermedad y muerte en Costa Rica, con una tendencia ascendente durante los últimos tres años. Datos del Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) revelan que los diagnósticos pasaron de 7.493 casos en 2022 a más de 13.000 en 2024, lo que representa un aumento del 74 % en apenas dos años.
En 2024, la diabetes fue la tercera causa de muerte en el país, con 2.202 fallecimientos, lo que equivale a una tasa de 41,5 por cada 100.000 habitantes. Solo fue superada por las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. El impacto no se limita a la mortalidad: se estima que 375.700 adultos viven actualmente con diabetes, es decir, 1 de cada 10 costarricenses entre 20 y 79 años.
Aunque tradicionalmente asociada a personas mayores, la enfermedad comienza a afectar a poblaciones cada vez más jóvenes. En el grupo de 10 a 19 años se notificaron 96 casos en 2024, un incremento del 77 % respecto a 2022. Este cambio preocupa a las autoridades sanitarias, que asocian el fenómeno con el aumento del sedentarismo, la mala alimentación y el consumo de bebidas azucaradas entre adolescentes.
La diabetes tipo 2 continúa siendo la forma más frecuente, representando más del 90 % de los casos. Su evolución está estrechamente vinculada con factores modificables como la obesidad, la inactividad física y la dieta. Por su carácter progresivo y “silencioso”, muchas personas desconocen que la padecen hasta que desarrollan complicaciones graves, como insuficiencia renal, pérdida de visión o problemas cardiovasculares.
En los niños y adolescentes, la diabetes tipo 1 también ha mostrado un aumento. La Federación Internacional de Diabetes estima que 859 menores de 0 a 19 años viven con esta condición en Costa Rica. Aunque su prevalencia sigue siendo baja, los especialistas advierten que el incremento sostenido de casos en menores de edad debe ser un llamado de atención para reforzar la educación en salud y la atención pediátrica especializada.
Las provincias de Guanacaste y Alajuela presentan las tasas más altas de mortalidad por diabetes, lo que evidencia una brecha territorial en el acceso a diagnóstico, educación y control de la enfermedad. Las autoridades de salud destacan la necesidad de fortalecer los programas de prevención y vigilancia epidemiológica en comunidades rurales y costeras.
La detección temprana sigue siendo una herramienta crucial para frenar el avance de la diabetes. En este esfuerzo, los farmacéuticos desempeñan un papel esencial como el primer punto de contacto con la población. Su labor en educación sobre medicamentos, control de glucosa y orientación nutricional permite mejorar la adherencia al tratamiento y prevenir complicaciones.
Desde las farmacias comunitarias, los profesionales de farmacia contribuyen a identificar síntomas tempranos y fomentar hábitos saludables, complementando el trabajo de médicos y enfermeros. Su cercanía con las comunidades convierte a los farmacéuticos en aliados clave de las estrategias nacionales para el control de enfermedades crónicas no transmisibles.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre), las autoridades sanitarias insisten en que la lucha contra esta enfermedad debe ser constante y colectiva. La educación, la detección oportuna y el acompañamiento profesional son los pilares para frenar una epidemia silenciosa que, cada año, cobra más vidas y afecta a un número creciente de costarricenses.
El llamado es claro: si una persona presenta síntomas como cansancio extremo, sed excesiva, pérdida de peso sin causa aparente o visión borrosa, debe acudir a una farmacia o centro de salud para realizarse un examen de glucosa. Detectarla a tiempo puede marcar la diferencia entre una vida saludable y una enfermedad crónica con graves consecuencias.
Justamente el Colegio de Farmacéuticos, habilitó una plataforma para que todas las personas conozcan de primera mano información de interés y que puedan compartir con los demás. Más información en este enlace.


