El dolor físico, el cansancio y los cambios de humor son parte del ciclo menstrual, pero continúan siendo temas invisibilizados en los espacios laborales y educativos. Un reciente estudio impulsado por Essity, compañía global líder en higiene y salud, confirma que la menstruación impacta directamente la productividad y el bienestar de miles de mujeres y personas menstruantes en Costa Rica.
Según los resultados, el 55% de las personas encuestadas experimenta síntomas menstruales de moderados a incapacitantes, como cólicos, hinchazón abdominal, dolor de espalda o sensibilidad en los senos. Estos malestares, sumados al cansancio y los cambios de humor, dificultan mantener un rendimiento óptimo durante la jornada.
El 48% de las personas afirma que su productividad laboral se ve afectada durante su menstruación, y un 44% señala que la falta de productos de higiene menstrual en el lugar de trabajo agrava la situación, al no contar con condiciones adecuadas para sobrellevar esos días.
El impacto también se refleja en el ámbito educativo: el 39% de las encuestadas declara haber faltado a clases por no tener acceso a productos menstruales, y el 35% ha enfrentado dificultades para concentrarse o rendir con normalidad debido a síntomas físicos o emocionales.
A pesar de que el ciclo menstrual es un proceso natural, el acceso a productos de gestión menstrual en centros de estudio o trabajo sigue siendo limitado. Siete de cada diez personas menstruantes no reciben productos durante su jornada, y solo un 31% cuenta con políticas de apoyo en su espacio laboral.
Sin embargo, la mayoría de la población costarricense (92%) considera que el acceso gratuito a productos de gestión menstrual debería ser un derecho colectivo, y el 85% apoya la creación de una licencia menstrual remunerada, prorrogable hasta tres días en casos de síntomas agudos.
“Garantizar el acceso a productos de gestión menstrual en escuelas y espacios de trabajo es fundamental para la salud, el bienestar y la equidad. En Essity trabajamos para que este tema forme parte de la conversación pública y se traduzca en acciones concretas que mejoren la vida de las personas menstruantes”, señaló Alejandra Pulido, directora de Comunicación Corporativa de Essity México y Centroamérica.
El 89% de las personas menstruantes también respalda la aprobación de leyes o políticas públicas que regulen la gestión menstrual en los espacios laborales, lo que refleja un claro deseo social de avanzar hacia la equidad menstrual.
Essity ha liderado en la región el diálogo sobre salud menstrual, impulsando investigaciones, campañas educativas y alianzas con organizaciones sociales para romper barreras culturales y promover la equidad menstrual como una prioridad de salud pública.


