Según fuentes cercanas al entorno de Nicolás Maduro, se encuentra en una situación crítica que amenaza con desestabilizar su ya frágil posición. Informes recientes indican que Maduro no ha dormido en una semana y su alimentación es deficiente. Recurre al uso de drogas, lo que agrava su estado físico y mental.
El estrés y la presión parecen haber cobrado un alto costo, manifestándose en un trato cada vez más hostil hacia su círculo cercano y en una creciente paranoia. Este estado de nerviosismo podría tener consecuencias significativas si las actuales protestas en el país se prolongan. De acuerdo con las fuentes, si la situación persiste por un mes más, es probable que Maduro colapse, lo que podría tener repercusiones profundas en el futuro político de Venezuela.
Noticia en desarrollo